Céntricas calles de Boiro amanecen el domingo de Corpus tapizadas de alfombras florales sobre las que pasará la procesión del Santísimo Sacramento, que se celebra el último domingo de junio.
Para celebrar esta festividad, los vecinos de las calles por donde pasa esta procesión elaboran, en la víspera, las tradicionales alfombras florales; un auténtico alarde de voluntariedad popular en el que participan tanto niños como mayores, cada uno con una misión, y todos con un único propósito: acabar antes del amanecer del domingo.
Durante la procesión, la Custodia, acompañada por bandas de música, se detiene en varios altares en los que son bañados por una lluvia de pétalos de rosas lanzados desde los balcones, al que el público asiste emocionado desde las aceras. Al finalizar, el valor artístico de las alfombras desaparece, y solo queda su testimonio en las fotografías que toman decenas de espectadores.